En la ciudad de Böblingen próxima a la ciudad de Stuttgart, famosa por alojar una de las factorías de Mercedes, podemos encontrar un centro dedicado al mundo del motor clásico, montado para el goce y disfrute de cualquier aficionado, atreviéndonos a calificarlo de parque temático dada la cantidad y variedad de atractivos-atracciones que presenta.
Motorworld Region Stuttgart
El lugar se denomina Motorworld de la Región de Stuttgart, poco esfuerzo han dedicado a buscar el nombre tal vez porque han dedicado toda su energía a la construcción y adecuación del lugar. Un espacio de más de 50.000 metros cuadrados, usando como punto de arranque el antiguo aeropuerto de la ciudad, inaugurado en 1915 y cargado de historia, acompañado por una serie de espacios dedicados a todo tipo de negocios.
La misma entrada al antiguo aeropuerto, junto a la torre de control próxima, han servido para instalar un hotel temático, el V8, desde la recepción hasta las habitaciones están ambientadas para que nos sintamos inundados del espíritu automovilístico que se percibe en cada rincón.
Las ventanas interiores del hotel dan a las zonas adyacentes repletas de naves donde se exhiben multitud de vehículos clásicos, y algunos más actuales. Cafeterías, tiendas de artículos decorativos, restaurantes y distintas oficinas están todas marcadas por un mismo y monotemático perfil.
Realmente puede llegar a saturarnos, o a los más aficionados, emborracharnos aunque aún nos falta por ver lo mejor.
Hay una zona de vitrinas acristaladas donde podemos ver una casi infinita variedad de vehículos tanto en venta (aquí se vende casi todo…) como solo expuestos. Si seguimos avanzando nos sorprenderá la presencia de concesionarios oficiales de grandes marcas de lujo como pueden ser Bentley, McLaren, Lamborghini, Ferrari, Harley Davidson.
Existe también una zona de talleres, locales especializados en la compra venta de clásicos, salas de exposiciones temporales, de congresos, zonas abiertas donde los aficionados vienen con sus propios vehículos para concentraciones o quedadas de fin de semana.
Según comentarios de compañeros que ya lo han visitado se trata de un lugar imprescindible para cualquier enamorado del mundo del motor clásico, (petrolhead, cabeza de gasolina, como denominan los anglosajones a las personas que sufren esta «dolencia»). Y debe ser visitado, al menos, una vez en la vida. Si a esto sumamos que, previa cita, se puede visitar la cercana fábrica de Mercedes, el viaje está plenamente justificado.
Según creemos, desde nuestro blog de asegurar vehículos clásicos , este tipo de «medicina» debería recetarla la sanidad pública a todos los que han sido afectados por la enfermedad antes citada y facilitar un viaje a este lugar al objeto de hacer disminuir nuestra fiebre clásica.
Cierto. Yo también soy un petrolhead…, jejeje.., y quiero morir con esa dolencia…
Interesante artículo. Es un buen plan y una buena escusa…, para hacer una buens escapada.
Un saludo, amigos
Un saludo Vicente, esperemos coincidir por allí… 😉
¿Se podría organizar una excursión en grupo? Por lo que veo es apetecible, sobre todo si coincidiese con alguna feria de clasicos
Pues no sería mala idea, de hecho en la próxima entrada damos un motivo adicional para hacer el viaje, aunque, parece que se nos ha echado el tiempo encima. Tal vez podamos programarlo para el próximo año…