Al analizar a fondo, la industria automotriz no es nada nuevo ni tampoco un mito tan grande como muchos dicen, es el fruto del esfuerzo de personas que fueron en su momento innovadoras, que lograron cambiar el mundo con sus inventos.
Su historia no tiene tanta antigüedad tampoco, data del siglo pasado y también destacan el surgimiento de varias empresas fabricantes, que lo convirtieron en algo masivo, fabricando en sus primeros años millones de ejemplares, que rompieron muchos récord respecto a lo esperado y gracias a ello, tenemos toda una industria mundial e indispensable para la vida actual.
¿Cómo empieza?
La premisa desde la invención del automóvil fue mejorar las condiciones en cada modelo, por lo cuál en muchos casos se llegó a reducir los cilindros pero tratando de mantener la calidad del motor, porque no está necesariamente ligado el turbo al tipo de vehículo.
Por el comienzo del siglo XX un ingeniero, de nombre Alfred Buchi, tuvo un pequeño enredo con los motores aeronáuticos, porque los mismos comenzaban a perder casi toda su potencia cuando llegaban a una gran altura, entonces debía buscar una alternativa para solucionar el dilema, lo hizo con un turbocompresor que daba más aire a los cilindros y fue un alivio en aquellos años.
El siguiente paso se dio después de terminar la segunda guerra mundial, se crea la empresa Garrett Automotive, para fabricar unos turbos especiales para carros y esto se fue popularizando con el paso del tiempo.
Cuando ya la primera patente del Dr Buchi cumplió 57 años, se llevaron los mejores turbo que se habían construido, se usaron en Chevy Corvair Monza y Oldsmobile Jetfire, pero seguían presentando más problemas que beneficios al motor, no fueron la solución permanente ante un vehículo que debía ser más potente.
Este tipo de motor con turbos no fue nada rentable, se usaba en modelos de competencia o para exhibiciones, no a los vehículos de concesionario, que eran los vendidos a cualquier persona, eso hacía que pasara desapercibido por muchos años más.
Luego de la crisis del Petróleo, ocurrida en 1973 fue que se pusieron en tendencia los turbocompresores, para su momento de brillo que fue en la década de 1980, donde no hubo un carro en la calle que no estuviera cargada con turbocompresores, hasta la actualidad que también siguen siendo parte de la historia del mundo automotriz.