Hace 50 años, apenas existía oferta de turismos deportivos a nivel mundial. Sólo estaban disponible comercialmente los Mini Cooper deportivo de BMC, los Cortina Lotus de Ford o los 1800 TI de BMW.
En España, en aquellos años, solo teníamos acceso al Seat 600.
Un turismo deportivo, o más bien, una berlina familiar de 4 puertas con el rendimiento de un coche deportivo, era la forma más barata y fácil de ofrecer prestaciones altas, y al mismo tiempo, la utilidad de un coche para la familia.
Por una parte, lo privaba de la elegancia de una carrocería de un buen deportivo, pero tenía un precio asequible y permitía que su habitabilidad lograra hacer del deportivo un vehículo familiar.
El Renault 8 fue sucesor de su 4 cv y, después, de su Dauphine, dándole las características que toda aquella persona quiere para su coche. Porque, normalmente, no hay amante del automóvil que no le guste de alguna manera el deporte y quiera manifestarlo con la estética de su coche, así como unas prestaciones que se aproximen a una versión deportiva.
El Renault 8, presentado en España en 1962, era un discípulo tanto del Volkswagen escarabajo como de la continuación del escarabajo francés que se llamó Renault 4 (en España, 4/4 y posteriormente Dauphine).
Su fabricante, sustituyó su motor de 956 cc por otro de 1108 cc y perfeccionó sus prestaciones. Su preparación estaba enfocada más bien a modificaciones mecánicas y pinturas a nivel estético.
Creación del Renault 8 Gordini
De esta manera, y mejorando el Renault 8, Amadeo Gordini ofrecía el Renaut 8 deportivo llamado Renault 8 Gordini 1100 presentado en París en 1964, modelo del que se fabricaron 2.626 unidades hasta 1966, con escasas modificaciones.
El Renault 8 Gordini permitía a los aficionados de la conducción deportiva, la posibilidad de practicar su pasión sin invertir más que el precio de un coche de serie.
El Renault 8 Gordini se dotó de culata y cámaras hemisféricas, un nuevo piñón de arranque, cuatro amortiguadores traseros y una suspensión rebajada, la pintura azul Francia, las dobles bandas blancas laterales de la izquierda y el nombre Gordini en la parte trasera, entre otras modificaciones.
Los éxitos deportivos hicieron que se lanzaran 8.981 ejemplares desde 1996 hasta 1970 del Gordini 1300, con pocas modificaciones.
La revista especializada L’ Automobile lo definía como: “la honesta ilustración de la vocación deportiva que se le puede dar a un Renault 8 sin que conlleve demasiadas complicaciones”. Añadían también que este automóvil aceptaba tanto un uso familiar como un uso deportivo, siempre teniendo cuidado con los 170 km/h.
L’ Automobile lo reconocía como un automóvil de buenas prestaciones, con una magnífica relación placer de conducción-precio, asientos muy cómodos y bien equipado, así como buenos frenos y destacable confort. Aunque reconocía que era peligroso para jóvenes no preparados.
Su sucesor, el Renault 12 Gordini, hizo notar la ausencia del Renault 8, cuya versión española fue el Renault 8 TS.
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