Llega un día en el que piensas en que tus seres queridos deben estar protegidos en el momento en el que tú no estés. Contratar un seguro de vida es la mejor opción, ya de esta manera te asegurarás de que los beneficiarios recibirán una indemnización en el momento de tu partida.
¿Cómo funciona un seguro de vida?
Es bien sencillo. Simplemente, el titular que se hace el seguro, paga una cuota a la aseguradora, año tras año, para que sus beneficiarios cobren una cantidad de dinero en el caso de que fallezca. Ese dinero se llama capital asegurado de la póliza.
La finalidad del seguro de vida es evitar que tus familiares tengan un problema económico cuando dejen de recibir ingresos en casa mes a mes por causa de tu fallecimiento.
La función de un seguro de vida es muy sencilla. Si el asegurado fallece, la compañía de seguros para una indemnización a los beneficiarios. En esto consiste el funcionamiento básico de este tipo de seguro. Esto te proporciona la tranquilidad para ti y para los tuyos.
La pregunta más importante que te harás es ¿qué cubre un seguro de vida? Lo primero que sabrás es que la cobertura clásica es el fallecimiento. Pero además el seguro de vida puede cubrir riesgos de incapacidad, enfermedad o accidente.
La cobertura por invalidez puede ser debido a accidentes, accidentes de tráfico o intento de suicidio.
Si cubre una incapacidad, permanente o temporal, son comunes en los trabajadores y autónomos.
En este caso, se suele tener en cuenta si es una incapacidad permanente total, refiriéndose por tanto a la inhabilitación para realizar una profesión. Se diferencia de la invalidez permanente absoluta en que, en que la incapacidad total sí permite realizar otro tipo de trabajos.
En el caso de la incapacidad permanente, el trabajador no puede trabajar durante un tiempo, normalmente por enfermedad.
SI se trata de una incapacidad temporal, la empresa aseguradora puede retribuirte con una indemnización por día de baja.
Por último, podemos mencionar las figuras del seguro de vida. Estos son: el asegurado, el tomador (el encargado de pagar la póliza), el asegurador (la entidad aseguradora que proporciona el abono cuando si se produce el siniestro), el beneficiario (personas que reciben la cantidad contratada en el seguro de vida) y el mediador de seguros (la entidad que gestiona la mediación entre la compañía y el tomador).
En la correduría Alfonso Figares, te ofrecemos además muchos más beneficios al contratar un seguro de vida. Por ejemplo, ofrecemos indemnización libre de embargos, aunque existan deudas del fallecido. El seguro no está sometido a impuestos. Y además, ofrecemos una deducción a autónomos.
Por otro lado, puede que te plantees un seguro de vida con tu hipoteca para conseguir una mejor financiación.
Infórmate ahora y disfruta desde ya de tu seguro de vida.