En estos tiempos en que la desmesura y el exceso son la norma descubrir que en aquellos remotos años, cuando el automóvil empezaba a nacer, ya se pensaba en la velocidad y la potencia extremas nos sorprende. Aunque la verdadera sorpresa es ver andando, como si recorriera sus primeros kilómetros, esta máquina espectacular, escupiendo fuego, literalmente, por uno de los laterales de su capó.
Enorme máquina de una época muy muy lejana
Ya hemos recordado algunos otros coches bestiales en esta bitácora, pero creemos que este es aún más llamativo, dada su precocidad y belleza clásica.
En el vídeo que mostramos más abajo podemos ver el recorrido que este enorme coche hizo desde Bristol hasta el lugar donde se celebra el Good Wood Festival, 150 millas por esas carreteras de la campiña inglesa cuya imagen nos lleva a imaginarnos paseando a caballo y no conduciendo una bestia ruidosa y veloz, con un monstruoso motor de 28.5 litros.
Creado para batir marcas
El FIAT S76 Record fue diseñado desde su origen para romper los límites. Pergeñado en los primeros años del Siglo XX, concretamente al final de la primera década, con un objetivo claro, romper el récord de velocidad alcanzado en aquellos años. El desarrollo de un motor de 28,5 litros y cuatro cilindros que daba 300 CV de potencia era un verdadero exceso para los estándares de la época. El coche a batir era el Blitzen Benz construido por Benz & Cie en 1909 que también portaba un motor de 21.5 litros y 200 CV.
Realmente los ingenieros no necesitaron crear ninguna innovación para conseguir ese plus de potencia, sólo agrandaron la dimensión del motor y del resto de piezas correspondientes. Es fácil imaginar la gran dificultad que supondría arrancar a manivela un motor con semejantes dimensiones.
La unidad que vemos en el vídeo es la única que ha llegado hasta nosotros de las dos que fueron construidas, y hasta hace muy poco no ha vuelto a funcionar. Uno de los dos fue desmantelado tras la Primera Guerra Mundial, el otro, el que ha llegado hasta nuestros días ha sido restaurado casi un siglo después de su fabricación.
El coche clásico ha podido recuperarse gracias a la colaboración entre su actual propietario, Duncan Pitaway que aparece en el vídeo, y un joven ingeniero italiano. Las primeras pruebas de marcha se realizaron a principios de 2015. Parece que no les ha ido nada mal con la recuperación a la vista del resultado.
A disfrutar, y es que tanto el diseño como las dimensiones de una máquina tan espectacular son acordes a la demostración de fuerza y potencia que las imágenes transmiten, ese escape libre, el color rojo y es pedazo de cacharro (qué bien le sienta esta descripción, para nada peyorativa) lanzado a toda velocidad por la campiña inglesa…