Hay coches únicos, coches que representan un punto de inflexión en la historia del motor, hay coches que son el principio de algo nuevo, otros, sin embargo, son la expresión pura de la creatividad y sólo pretenden sorprender, mostrar el camino y retirarse a un rincón oscuro. Dentro de este último grupo podemos considerar el coche del que hoy vamos a hablar, por suerte su final ha sido otro y recorre los concursos de elegancia del mundo para disfrute de propios y extraños.
Un Lamborghini único y exclusivo ideado para encantar al mundo, lo consiguió
Fue en la feria del Automóvil de Turín de 1980 cuando Bertone presentó uno de los prototipos más espectaculares de todos los tiempos. Se denominó Lamborghini Athom, en honor al dios egipcio Atón una deidad solar dadora de vida. No sabemos si pudo influir o fue pura casualidad pero en los tiempos que este prototipo fue presentado Lamborghini estaba a punto de ser declarada en quiebra, el modelo fue todo un éxito y relanzó el nombre de la marca a nivel mundial, aunque no la salvó de su triste destino.
La referencia a un dios solar tiene que ver con su falta total de techo, el coche es un roadster extremo y plenamente funcional. Fue la primera creación de Marc Deschamps en Bertone, donde acababa de heredar el puesto del muy reconocido Marcelo Gandini.
Sus líneas atrevidas, y su potente corazón, se merecieron las mejores opiniones
Con sus formas futuristas y muy innovadoras, recordemos que se presenta en 1980, es un éxito inmediato. La crítica se deshace en elogios por su espectacular perfil, las limpias líneas de su delantera y el magnífico parabrisas curvo, que por otra parte era la única protección de los ocupantes (confiados de forma obligatoria al buen hacer de ese dios solar que le da nombre), así como la vistosa solución dada para cubrir el motor en su alojamiento posterior. Su interior también lucía avanzado y muy diferente a cualquier otra propuesta vista hasta la fecha. La imagen trasera del vehículo impacta por su tremenda contundencia, líneas rectas de una belleza casi sublime.
Como hemos dicho era un prototipo completamente funcional, dotado con un motor 3.0 V8 centrado en la parte posterior del vehículo en posición transversal, igual a otros modelos de la marca como el Lamborghini Miura, que ofrecía 260 CV, con cuatro carburadores y cambio manual de cinco marchas, capaz de alcanzar los 260 km/h. Nunca estuvo en mente de la compañía su producción, dado el mal momento en que se encontraba precisamente en esas fechas, por eso sólo existe el prototipo de 1980, el mismo que aparece en las fotografías de esta entrada.
Nada más ser presentado fue llevado al museo Bertone
Tras su presentación en el salón turinés el coche fue enviado a dormir el sueño de los justos en el Museo Bertone, pero fue la crisis de esta empresa la que en 2011 nos permitió disfrutar de sus bellas líneas fuera del museo de la marca. Y es que la viuda de Nuccio Bertone, fundador de la compañía, se ofreció en 2009 a reflotar la empresa. Su compromiso era dar su apoyo financiero y además adquirir el contenido del museo, 90 coches, pero su capacidad financiera no llegaba a cubrir el precio que el juez había dado al total de los vehículos allí conservados.
Tras una decisión salomónica el juez encargado de controlar la quiebra de la empresa Bertone ordena que los seis coches más valiosos de la colección salgan a subasta y sean vendidos para cubrir el resto de la deuda pendiente de la compañía, entre ellos estaba nuestro Athom que fue vendido en 2011, durante la celebración del concurso de elegancia de aquel año en Villa d´Este por la nada despreciable cantidad de 347.000€. La fotografía de más arriba (y de portada) corresponde a la edición 2016 del mismo certamen. Realmente es una criatura divina.
Sólo aseguramos coches clásicos únicos, los de cada aficionado!!