Se trata de la participación decisiva de un nutrido grupo de coches en uno de los momentos más desesperados del comienzo de la Primera Guerra Mundial. La nuestra es una afición bendecida por un sinnúmero de posibilidades, podemos disfrutarla aún estando lejos del asfalto, basta bucear en la historia para tomar consciencia de cómo el mundo del motor ha conseguido dejar huella desde casi sus primeros pasos.
Un hecho anecdótico, que llegó a ser icono de una sangrienta, despiadada y absurda guerra. Miles de soldados llevados al frente a bordo de taxis parisinos
Lo que hoy vamos a contar tuvo lugar durante unos días del mes de setiembre de 1914, la primera gran guerra había comenzado al final del mes de julio de ese mismo año, en menos de mes y medio las tropas alemanas habían conseguido acercarse a las puertas de París, algunas crónicas dicen que a menos de 30 kilómetros. En una reacción sin precedentes el gobernador de París, el general Gallieni, decide movilizar a los taxis aún en activo de la ciudad (París disponía en aquellos años de un parque de 10.000 taxis de los cuales solo quedaban operativos unos 3.000 pues el resto de los conductores habían sido movilizados para la guerra).
Movilización y hazaña, dos días para recordar: 6 y 7 de Setiembre de 1914
La medida es desesperada, Gallieni necesita enviar al frente del Maine, a la que sería denominada la Primera Batalla del Maine que tuvo lugar entre los días 5 y 12 de Setiembre de 1914, a 5.000 reservistas de la 7ª división de infantería. El único recurso a su alcance, movilizar los taxis disponibles en la ciudad -en su mayoría Renault AG de 8Cv pintados de color rojo como el de la imagen superior- y cargarlos con entre cuatro y cinco soldados cada uno que llegarían al frente a una velocidad media de 25 km por hora, y volverían cargados de mujeres, niños y heridos.
Los vehículos movilizados alcanzaron la suma de entre mil y mil doscientos, siendo los taxis unos 600 (según otras fuentes llegaron 1000) y el resto vehículos más grandes con capacidad para entre 20 y 30 personas.
A pesar de la realidad se engrandecen los hechos, así nacen los mitos
A pesar de la leyenda la aportación militar a la batalla no fue significativa (pensemos que el número de bajas diarias alcanzaba las 50.000 y el de movilizados se contaba por millones), no obstante el efecto psicológico en forma de moral para la tropa fue decisivo (el ejército francés empezaba a resentir el duro ataque germano) y consiguió parar el avance alemán sobre la ciudad de la luz. Intervinieron otros muchos factores en este hecho, el agotamiento de las tropas alemanas, sus fallos de comunicación y la lucidez del ejército francés que supo colarse por los flancos abiertos entre los ejércitos alemanes.
Los franceses, no obstante, honran la memoria de estos vehículos que son conservados en muchos museos galos con absoluta veneración. De hecho, tras la guerra, Louis Renault sería considerado todo un héroe. Este episodio es recordado como uno de los más significativos de toda la contienda.
Lamentablemente, estamos ante una anécdota en una larga y dolorosa guerra que duraría hasta finales de 1918. Muchas vidas, muchos héroes de ambos bandos, encontrarían su fin en esos años. Nuestro relato no es más que un detalle, un brochazo más en la historia de la humanidad tintado con el olor y el sonido de los motores de explosión.
Asegurar coches clásicos y motos clásicas es nuestra misión, pregúntenos y le asesoraremos.