Rechazamos cualquier transgresión de la pureza clásica aunque, debemos confesar, que visto el resultado estamos empezando a poner en duda nuestros principios. Y es que hasta la misma Jaguar ha fabricado réplicas del modelo que hoy nos ocupa el XKSS recuperando una antigua tragedia ocurrida en 1957 donde 9 unidades de ese modelo se perdieron en el incendio que asoló la fábrica que la marca tenía en Browns Lane. Pero hay más y es que Jaguar nos sorprendió con la restauración de un Roadster E 1.5 al que le habían colocado un motor eléctrico cuando comunicaba su intención de que a partir de 2020 todos los automóviles que produzca la marca serán eléctricos completa o parcialmente.
Tras el rechazo inicial nos encanta el resultado
A la vista de estos antecedentes no podemos juzgar a James Chen, el protagonista del vídeo que vamos a ver dentro de un momento, y que nos ofrece Petrolicious unos locos de los coches clásicos muy interesantes, cuando en su afán por ser propietario de uno de esos exclusivos XKSS ha empleado un E-Type de 1964 para replicarlo sobre él. La razón de que los XKSS sean tan exclusivos es porque solo salieron de fábrica 16 unidades (en este enlace contamos más sobre este tema) más las 9 que de forma excepcional Jaguar fabricó hace un par de años.
Motor similar y mejor suspensión trasera
Esta réplica de un Jaguar hecha sobre otro Jaguar es bastante similar al original, al menos mucho más similar que otras réplicas más «salvajes» que podemos encontrar por esos mundos. Al menos el motor de 3.8 litros del E-Type ofrece una potencia muy similar al que impulsaba originalmente al XKSS, tenemos una mejor experiencia en la amortiguación pues mientras el XKSS llevaba una barra de torsión trasera, la suspensión del E-Type es independiente.
El señor Chen es honesto consigo mismo y reconoce que no es propietario de un modelo original, pero sabe que se aproxima bastante y disfruta de la conducción de su bellísima réplica. Con un valor añadido, no tiene porqué sufrir la dolorosa sensación de que cualquier daño, por mínimo que sea, va a destrozar un coche carísimo y súper raro, el suyo es más de andar por casa siendo como es una maravilla.
El debate está ahí, respetar el original o jugar con la técnica actual para producir todo aquello que deseemos echando por la borda años de historia y de conservación. Pues bien, desde nuestro humilde punto de vista la solución está, como casi siempre, en el equilibrio, en el punto medio. Respetar y conservar, por supuesto, pero al mismo recrear o fabricar réplicas siempre y cuando haya una coherencia con lo que se produce y se respete de forma puntillosa el origen de lo replicado.