Mucho tiempo antes del glamour y de que se cotizara a precios desorbitados (más de 300.00 dólares pagaron por una con formato de bus en una subasta americana hace escasamente un año), incluso antes de que fuera un símbolo para las juventudes viajeras, se convirtiera en pieza clave de la historia misma del automóvil o de la propia Volkswagen, la Tipop 2, Transporter, Kombi…o como queramos llamarla fue un furgón de carga, una herramienta de trabajo.
Fecha del nacimiento de uno de los clásicos más icónicos
Si hacemos un poco de memoria la Tipo 2 nace justo después de la Segunda Guerra Mundial en una Europa en ruinas que está tratando de recuperar el aliento. Tenemos que reconocer la paternidad tanto a la férrea pasión de un miembro del ejército inglés, el mayor Ivan Hirst, responsable de la reapertura y gestión, tras el final de la guerra, de la fábrica de Volkswagen en Wolfsburg como a su sucesor, el civil Heinz Nordhoff, en nombre de la República Federal de Alemania (la parte occidental de las dos mitades en que fue divida Alemania y que estaba tutelada por los EEUU, Francia y Gran Bretaña, la otra mitad. la oriental, estaba bajo supervisión del bloque soviético).
No tenemos que ser muy avispados para comprender la necesidad desesperada de un vehículo con las características de la Tipo 2, un medio de transporte duro y funcional para mover personas y bienes en ese terreno devastado, y en plena reconstrucción que era la Europa de la posguerra. El éxito estaba garantizado, además la simplicidad de la plataforma permitió la multitud de versiones que terminaron apareciendo en el mercado.
La Plattenwagen, una plataforma de transporte
Literalmente el origen de la Tipo 2 es una plataforma motorizada que se utilizaba para mover materiales dentro de la fábrica de Volkswagen, las líneas de montaje estaban destrozadas y los empleados necesitaban algún medio de transporte para mover materiales de un lado a otro de la fábrica. La Plattenwagen no es otra cosa más que una tablazón de madera montada sobre el chasis de un escarabajo con su motor de cuatro cilindros, un soporte motorizado que empleaban los trabajadores y que sirvió de base para crear esta exitosa furgoneta. Hija de la necesidad, consiguió un abrumador éxito comercial una historia muy similar a la del famoso y ubicuo Jeep, otro coche creado con un fin específico y que ha llegado a todo tipo de usuarios.
Volkswagen ha intentado, tras el abrumador éxito de la Tipo 2, recuperar la magia y acertar de nuevo como lo hizo entonces, desgraciadamente, esto no ha vuelto a suceder. Muchos de nosotros estaríamos plenamente satisfechos con que se limitaran a volver a producir la furgoneta clásica, algo que sería un acierto a la vista de la demanda que tienen las que aún circulan, pero parece que esa estrategia ni se les pasa por la cabeza, y siguen apostando por innovar cara al futuro. Hace poco conocimos el proyecto de lanzar a partir de 2020 de una nueva versión eléctrica,y posiblemente autónoma, veremos.
Los coches clásicos siempre vuelven sobre todo los más deseados!