Cada pocos meses nos encontramos con la noticia, un Ferrari exclusivo sale a la venta, a estas alturas ya no es nada sorprendente, uno se acostumbra a estas cosas. Otra subasta donde el precio alcanzado por un simple coche, que sí que es un Ferrari de 1952 con su historia de competiciones y éxitos, es una cantidad mareante, inalcanzable para el común de los mortales. Pero nos gusta hablar del vehículo, contar su pequeña historia y disfrutar de su belleza, pues en esta sociedad donde la imagen ha tomado el poder, nuestros ojos necesitan ser alimentados a diario.
Otro Ferrari «único» más que sale a la luz
El próximo 19 de Enero está programada una subasta de vehículos clásicos por la casa londinense Bonhams en un lujoso hotel de la ciudad de Scottsdale, Arizona, EEUU, donde el lote estrella es un Ferrari 340 America Spider de 1952. El actual propietario es un empresario alemán que a la vista de la alta cotización que estos coches tienen hoy en día ha decidido, con buen criterio, ponerlo a la venta.
Un pedazo de historia de un tiempo en el que Ferrari comenzaba a despuntar
Michael Estehle, que es como se llama el actual propietario, adquirió el vehículo justo cincuenta años después de su participación en la Mille Miglia de 1952, donde el mismísimo Enzo Ferrari puso al volante del vehículo a Piero Taruffi que lideró la competición hasta que unos problemas de transmisión le hicieron retirarse. El coche en cuestión participó en otras grandes carreras de la época como la Targa Florio o las 24 Horas de Le Mans.
Carrozado por Vignale tiene unas líneas más suaves ,menos agresivas de las que podría haber portado si hubiera salido de las manos de Pininfarina, por ejemplo. El coche corresponde a un tiempo en el que la marca no disponía de demasiados recursos, no fabricaban demasiados coches aún, en él pusieron todas sus esperanzas y esfuerzos. Visto en la distancia es un Ferrari más, pero si lo ubicamos en el momento en que fue construido era una apuesta por la esperanza y el futuro de una empresa que tenía no más de cinco años de vida.
El precio será de locura, aunque no es eso lo que nos interesa
El precio será astronómico si seguimos con la tendencia de algunos de los coches de similares características que han sido subastados con anterioridad, una cantidad de ocho cifras. Pero eso es algo accesorio, irrelevante en el devenir de la historia (menos para el propietario que recibirá esa cantidad insana). Para los aficionados es un clásico más, muy llamativo eso sí, con una historia detrás pero tan valioso como cualquiera de los vehículos que podamos poseer porque el valor real no se mide por su peso en oro, sino por su peso en nuestro corazón.
A continuación un vídeo en el que la página americana Petrolicious nos presenta al propietario y a su vehículo, una estrategia de márketing en apoyo de la subasta de Bonhams pero que, como decíamos al principio, sirve para recrear nuestra mirada.
Todos los coches clásicos son únicos para nosotros lo aseguramos.