Son nuestros gobiernos los que cuidan de nosotros, pobres mortales descerebrados, para ello necesitan nutrir sus arcas y pagar, de esta forma, a esa legión de funcionarios que hacen que un país funcione. No queremos ser sarcásticos, nada más lejos de nuestra intención criticar la encomiable labor que, cada día, llevan a cabo los funcionarios de nuestro país. Pero es un tema que da pie a lo que hoy queremos contar en nuestro blog.
Nacido como unidad de medida el Caballo de Vapor se convierte en herramienta fiscal para los gobiernos europeos
Seguimos hablando de conceptos que usamos con fluidez cada día inconscientes de su remoto origen, nacidos de forma natural. Basados en lo que era cotidiano durante los primeros tiempos de la Revolución Industrial cuando las máquinas de vapor empezaban a implantarse. Una época que dio lugar a un cambio disruptivo de un mundo basado en la agricultura a otro basado en la industria.
El Caballo de Potencia, Caballo de Vapor
No es nuestra intención hacer aquí una descripción técnica detallada de lo que representa cada una de las palabras citadas en el título de este artículo, pero sí describir su origen y las diferencias que puede haber entre ellas.
El Caballo de Potencia o Caballo de Vapor, «horsepower» en su denominación inglesa, es un concepto que nace a finales del siglo XVIII de la mano de James Watt para comparar la potencia desarrollada por las máquinas de vapor con la fuerza desarrollada por un caballo de tiro. Era una referencia lógica en el tiempo en que se acuña el término, al ser la única fuente de energía cuantificable que podía servir como patrón de referencia. Se define como la potencia necesaria para que un caballo levante 75 Kg a un metro de altura en un segundo, aunque esta es la definición hecha en términos del sistema métrico, el original anglosajón difiere ligeramente.
El Caballo de Vapor Fiscal
Durante los primeros años del siglo pasado el gobierno francés decide que de alguna forma tiene que grabar fiscalmente el floreciente mercado de los vehículos a motor y para ello define un nuevo concepto, el Caballo de Vapor Fiscal o Caballo Fiscal, basado en el volumen de los cilindros del motor. Es claramente una simplificación del cálculo de potencia real que arroja un motor pero resulta útil para poder valorar y diferenciar unos motores de otros a efectos de imponer un gravamen proporcional a cada uno.
La idea cuaja rápidamente entre los distintos gobiernos mundiales siempre necesitados de financiación y su aplicación se extiende por Europa, acto seguido toman consciencia de su utilidad para favorecer un tipo de motores con respecto a otros, y es desde esta perspectiva que los gobiernos eligen, según la situación de cada momento, favorecer los motores más pequeños o populares, o los de cuatro tiempos sobre los de dos…etc. Como consecuencia de ese uso su cálculo va evolucionado a lo largo de los tiempos acorde a la política que el gobierno de cada país decide implantar.
No importan los CV de su vehículo, nosotros lo aseguramos!! Consigue tu seguro Online!!