Imaginemos, por un momento, poder conducir un vehículo que nace de la unión de dos de los nombres más carismáticos del motor mundial. La mera posibilidad hace que se nos erice el cabello, la piel de gallina, al pensar en la fantástica sensación de poder que la vibración de su motor transmite a nuestras manos mientras sujetamos con fuerza su volante, no en vano es un vehículo capaz de desarrollar 320 caballos a 7.200 revoluciones…hoy nos permitimos soñar en nuestro blog de seguros para clásicos.
El Ferrari De Fangio
Se trata de una subasta, una más, y será en diciembre en Nueva York, varios serán los vehículos presentados en la misma, aunque uno se llevará la mayoría de las miradas (y parece ser que también casi todos los dólares en muchas millas a la redonda, pues se espera que alcance un valor de 28 millones de dólares) nos referimos al Ferrari 290 MM de 1956 que el mismísimo Enzo Ferrari preparó para la participación de Juan Manuel Fangio en la celebración de la Mille Miglia de ese año, de ahí las letras MM junto número de modelo. Carrera que Fangio acabará en cuarta posición, tras una azarosa y dura experiencia dadas las durísimas condiciones que se dieron en la misma, siendo el ganador su compañero de escudería Eugenio Castellotti conduciendo un modelo similar al suyo.
Un vehículo único que además pertenece a una reducida familia, pues de ellos se fabricaron solamente 4 unidades, siendo el chasis 0626 el que estaba preparado especialmente para Fangio, el mejor conductor de su época y, tal vez, de todos los tiempos, sus logros no fueron superados hasta 2003 por Michael Schumacher. Aunque siguen sin batir sus méritos como el piloto con mejor promedio de victorias y el único que ha ganado campeonatos de Fórmula 1 con cuatro escuderías distintas.
El vehículo es facilitado por Ferrari al piloto argentino en 1956 al recalar en esta escudería proveniente de Mercedes, tras el abandono de la Fórmula 1 por parte de ésta. El 290 MM monta un motor V12 a 60º derivado del 4.5 litros que montaban los formula uno de la Scudería, con un cubicaje de 3.490 centímetros cúbicos, dando una potencia máxima de 320 caballos a 7.200 r.p.m. con un tope de velocidad de 280 Km/h.
Una vez que Fangio abandona Ferrari en pro de Maserati, la experiencia del paso del campeón por la Scudería no fue nada fácil, multitud de problemas y falta de atención provocaron su huida hacia el otro fabricante italiano (historia que tristemente se parece bastante a la vivida por nuestro admirado Fernando Alonso). El coche sigue estando en competición, siendo conducido por pilotos de élite, hasta el año 1964 que es adquirido por un coleccionista americano y comienza su nueva vida como pieza de colección.
Historia, belleza, intensidad y pasión es lo que nos transmite esta magnífica máquina mientras la conducimos por los circuitos de nuestra imaginación, disfrutando de ella como solo puede hacerlo un verdadero enamorado del motor, clásico para más señas, como el que escribe este blog de seguros para coches clásicos .