Elvis Presley no solo revolucionó la música, también dejó huella en el mundo del motor. Y si hay un coche que representa como ningún otro su estilo de vida, es su famoso Cadillac rosa de 1955. Un vehículo que sigue despertando admiración por su historia, su diseño y su conexión directa con el Rey del Rock.
Este Cadillac Fleetwood Series 60 fue uno de los primeros grandes lujos que Elvis se regaló tras alcanzar la fama. Originalmente pintado en azul, sufrió un incendio poco después de su compra. En lugar de desecharlo, Elvis decidió restaurarlo por completo y darle su toque personal: un color rosa pastel combinado con un techo blanco, un diseño que acabaría siendo inseparable de su imagen pública.
Más allá de su apariencia, el Cadillac de Elvis contaba con unas prestaciones muy avanzadas para la época. Llevaba un motor V8 OHV de 5.4 litros, capaz de desarrollar 250 caballos de potencia a 4.600 rpm, lo que le permitía una conducción suave, potente y cómoda, tanto en ciudad como en carretera. Incorporaba también transmisión automática de cuatro velocidades, dirección asistida, ventanas eléctricas y asientos regulables eléctricamente, características que lo posicionaban como un coche de alta gama en los años 50.
Este modelo era uno de los preferidos por Elvis, que tenía verdadera pasión por los coches. Se estima que a lo largo de su vida llegó a tener más de 200 vehículos, muchos de ellos personalizados, y era habitual que los regalara a amigos, familiares o incluso desconocidos. Sin embargo, este Cadillac rosa tenía un valor especial para él, y lo conservó como una de sus posesiones más queridas.
Actualmente, el coche se puede ver en Graceland, la casa-museo de Elvis en Memphis, donde miles de visitantes lo admiran cada año. No solo por su estética llamativa, sino por todo lo que representa: una etapa dorada de la cultura americana, el auge de las grandes berlinas de lujo, y la figura de un artista que vivía con intensidad todo lo que hacía.
Hoy, más de medio siglo después, el Cadillac rosa de Elvis sigue siendo uno de los vehículos clásicos más reconocidos del mundo, tanto por su historia como por su impecable diseño y sus características técnicas. Un coche que no solo formó parte de su vida, sino también de la historia del automóvil y del espectáculo en Estados Unidos.
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Imagen: Elvis Presley Graceland Pink Cadillac 2. Imagen de Mr. Littlehand bajo licencia Creative Commons Atribución 2.0 Genérica.
