Cuando se trata de coches deportivos clásicos, el Renault 5 no se queda atrás. A lo largo de su historia, este compacto francés ha dado lugar a versiones deportivas que han cautivado a los amantes de la velocidad y la emoción al volante. En este post, te contamos cuáles son las versiones deportivas de este coche clásico.
Renault 5 Alpine
Una de las primeras versiones deportivas de este clásico fue el Renault 5 Alpine. Introducido en 1976, el Alpine presentaba un motor de 1.4 litros y 93 caballos de fuerza, una cifra impresionante para un coche de su tamaño. Además, contaba con una suspensión deportiva, frenos mejorados y detalles exteriores que lo distinguían del modelo estándar. Se convirtió rápidamente en un éxito y sentó las bases para futuras versiones deportivas de este clásico.
Renault 5 Turbo
Es una de las versiones más emblemáticas de este clásico. Fabricado en 1980, este modelo fue diseñado específicamente para competir en rallyes. El Renault 5 Turbo presentaba una carrocería ensanchada y agresiva, un motor turboalimentado de 1.4 litros y tracción trasera. Con una potencia de hasta 160 caballos de fuerza, este coche de alto rendimiento se ganó rápidamente una reputación en el mundo de las carreras y se convirtió en un icono de la era de los rallyes de los años 80.
Renault 5 GT Turbo
Siguiendo el éxito del Turbo, Renault lanzó el Renault 5 GT Turbo en 1985. Este modelo conservaba la esencia deportiva, pero era más accesible para el público en general. El Renault 5 GT Turbo presentaba un motor turboalimentado de 1.4 litros y 115 caballos de fuerza, lo que le otorgaba una aceleración rápida y un rendimiento emocionante. Con su aspecto deportivo y su rendimiento enérgico, el Renault 5 GT Turbo se convirtió en un coche muy popular entre los entusiastas de los coches deportivos.
Renault 5 Turbo 2
Para los apasionados de la velocidad extrema, se presentó el Turbo 2, una versión aún más potente y radical del Turbo. Equipado con un motor turboalimentado de 1.4 litros y 160 caballos de fuerza, este coche era capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en menos de 7 segundos. Además, presentaba mejoras en la suspensión y en los frenos, lo que mejoraba aún más su rendimiento en pista. Este coche deportivo clásico es considerado uno de los coches deportivos más emblemáticos de su época y sigue siendo muy valorado por los coleccionistas en la actualidad.
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