Si tienes un coche clásico, ya sabes que el invierno no es precisamente su mejor amigo. El frío, la humedad y los cambios de temperatura pueden jugar malas pasadas… pero con estos sencillos consejos puedes tenerlo listo para aguantar los meses más fríos sin sustos. Te contamos cómo poner a punto tu coche clásico este invierno
1. Revisa la batería (sí o sí)
El frío hace que la batería pierda capacidad mucho más rápido que en verano. En los coches clásicos esto se nota todavía más porque los sistemas eléctricos suelen ser más simples y menos tolerantes. Comprueba el voltaje con un polímetro y limpia los bornes si ves corrosión; un poco de vaselina o grasa especial evita problemas. Si la batería tiene más de 4-5 años, plantéate cambiarla antes de que te deje tirado en la mañana más fría del año. Y recuerda: en coches que no se usan a diario, un mantenedor de batería puede salvarte muchos disgustos.
2. Anticongelante al día
El anticongelante no solo evita que el agua del radiador se congele, sino que protege el motor de la corrosión. Comprueba que la mezcla sea adecuada para soportar temperaturas de hasta –25 °C. Si hace mucho que no lo cambias, mejor renovar completamente: los anticongelantes pierden propiedades con los años y pueden dañar radiador, bomba de agua o culata. También revisa mangueras y abrazaderas: el frío endurece el caucho y puede provocar fugas.
3. Aceite y filtros: mejor prevenir
El aceite de motor se vuelve más viscoso con el frío, lo que dificulta la lubricación en los arranques. Cambiar a un aceite con la viscosidad adecuada para invierno (consulta manual o fabricante) ayuda a que el motor arranque más suave. Aprovecha también para revisar y, si es necesario, cambiar filtros de aceite, aire y combustible. En los coches clásicos, un filtro limpio puede marcar la diferencia en la vida del motor y prevenir problemas que normalmente no se ven hasta meses después.
4. Neumáticos: revisa dibujo y presión
El frío reduce la presión de los neumáticos, así que revisa que estén dentro de los valores recomendados. Además, los neumáticos viejos pierden adherencia, y con el frío y la humedad el riesgo de deslizamiento aumenta. Asegúrate de que el dibujo tiene suficiente profundidad, y si el coche no se va a usar a diario, no lo dejes mucho tiempo apoyado sobre la misma zona: podrías deformar los neumáticos. En invierno, un buen neumático puede ser tu mayor aliado en seguridad.
5. Frenos: que respondan al primer toque
El sistema de frenos es crítico, especialmente en condiciones de frío y humedad. Para poner a punto tu coche clásico este invierno, comprueba pastillas, discos y, sobre todo, el líquido de frenos. Este último absorbe humedad con el tiempo, y un líquido viejo puede congelarse o perder efectividad, provocando pedal esponjoso o frenadas irregulares. Purgar el sistema y, si toca, cambiar el líquido es inversión en seguridad. No te la juegues: un clásico bien frenado es un clásico seguro.
6. Calefacción y desempañador
En un coche clásico, no tener calefacción y desempañador eficientes puede convertir cualquier trayecto en un suplicio. Revisa que el sistema funciona correctamente, que no huele raro y que desempaña los cristales rápido. Nada más peligroso que conducir con los cristales empañados o intentando ventilar a toda prisa. Aprovecha para comprobar ventilaciones, termostato y nivel de refrigerante, que también afecta al rendimiento de la calefacción.
7. Gomas, juntas y escobillas
Las gomas y juntas de puertas, maletero y ventanillas se resecan con el frío, lo que puede dejar entrar humedad y provocar oxidación o moho. Revisa y aplica un acondicionador de goma si es necesario para poner a punto tu coche clásico este invierno. Las escobillas del limpiaparabrisas son otro detalle fácil de pasar por alto: en invierno, cuando llueve o nieva, unos limpiaparabrisas duros o agrietados reducen visibilidad y aumentan el riesgo de accidente.
8. Carrocería: limpia y protegida
El frío y la sal de las carreteras son enemigos de la pintura. Un lavado a conciencia y una capa de cera protegen la carrocería y ayudan a mantener el brillo. Si guardas el coche en garaje, mejor aún; y si no lo coges a diario, cúbrelo con una funda transpirable para protegerlo del polvo y la humedad sin que se genere condensación debajo.
9. Arranques en frío: paciencia
Los clásicos no están diseñados para “arrancar y salir disparado”. Arrancar y acelerar fuerte nada más ponerlo en marcha puede dañar motor y transmisión. Lo recomendable es dejar el motor un minuto al ralentí para que los fluidos circulen y se calienten. Esto reduce el desgaste y alarga la vida de componentes esenciales.
10. Si no vas a usar mucho tu coche clásico este invierno…
Si el coche va a pasar largos períodos parado, no lo dejes completamente olvidado. Mantén la batería con un cargador de mantenimiento, infla un poco más los neumáticos para evitar deformaciones, y muévelo aunque sea unos metros cada par de semanas. Además, cubrirlo con una funda transpirable evita acumulación de polvo y humedad. Nada castiga más a un clásico que el tiempo parado en invierno.
Tener un coche clásico en invierno no es difícil: solo necesita un poco de cariño y revisión. Con estos pasos sabrás cómo poner a punto tu coche clásico este invierno, y lo tendrás listo para disfrutarlo incluso en los días más fríos. Y lo mejor: evitarás averías tontas que suelen salir justo cuando menos te lo esperas. No te olvides que tener un buen seguro para tu coche clásico también es esencial: en Alfonso Fígares tenemos lo que necesitas, ¡contáctanos sin compromiso! También puedes comprobarlo directamente con nuestro tarificador gratuito aquí.







